Tu contraseña no es segura

Diariamente nos enfrentamos a la molesta tarea de ingresar contraseñas en diferentes sistemas. El hecho de tener que recordar múltiples códigos secretos para poder tener acceso a algo tan trivial como las redes sociales hasta a tus cuentas bancarias. Sin embargo, no importa cuánta seguridad utilices para crear tus contraseñas y proteger tu información, en muchas ocasiones, las contraseñas no logran su cometido.

Los expertos en seguridad coinciden en que, sin importar lo complicadas, originales, y asombrosas que puedan parecernos nuestras contraseñas, los sistemas que utilizamos generalmente no son tan seguros. Existen varios debates sobre cuál es la manera correcta de crear contraseñas, pero probablemente nunca exista un sistema universal que funcione apropiadamente.

Las bases de datos de contraseñas tienen fugas, por lo que ocasionalmente alguien logra entrar y analizar las contraseñas preferidas por los usuarios. El caso más famoso fue el de rockyou.com en donde se filtraron 40 millones de contraseñas- Se descifró el 87% usando tan sólo un diccionario en inglés, haciendo variaciones tan sencillas como cambiar una O por un 0, agregando un signo de interrogación o de exclamación y los números 12345 al final. Fue cuestión de horas.

Una de las mejores alternativas al momento de crear una contraseña segura puede ser usar 4 palabras en cualquier idioma, por ejemplo «gran pila de paja», esta es verdaderamente una contraseña segura. Aunque pareciera que ésto contradice todo lo que se nos ha dicho desde que comenzamos a utilizar el internet, pero si pensamos que el diccionario de Oxford tiene 252 mil palabras y si multiplicamos 252 por cuatro, con todas las diferentes combinaciones, terminaremos teniendo una contraseña mucho más segura que si sólo utilizáramos una palabra con 12345, signos de interrogación, exclamación o cualquier otra cosa que se nos ocurra agregarle al final.

El requisito principal de una contraseña es que puedas recordarla, así que lo óptimo sería emplear palabras que relaciones fácilmente, pero que no se relacionen tan fácilmente entre sí.

¿Cómo manejar una crisis en redes sociales?

Las redes sociales han transformado la dinámica de comunicación tanto entre los usuarios como entre las marcas con el consumidor, debido a que es un escenario donde la gente tiene mayor poder para expresar su sentimiento respecto a un producto o servicio.

De acuerdo a un reporte de la organización iRedes, actualmente Facebook cuenta con más de mil 500 millones de usuarios, Instagram más de 400 millones, Twitter 320 millones y a ellas hay que sumarle a Snapchat que ya supera los 100 millones de usuarios. Todas estas redes son las que más marcas atraen ya sea que cuenten con un perfil oficial o que inviertan en publicidad.

Ingresar al universo de las redes sociales coloca a las marcas en un espacio de gran oportunidad por la capacidad de interacción, pero también supone un área de riesgo debido a que se pone al alcance de la opinión pública, tanto positiva como negativa, esta última más riesgosa debido a que puede desembocar en un escenario de crisis.

Algunas acciones que se deben implementar en caso de que una crisis en redes sociales afecte la imagen de una marca, son:

  • Implementar estrategias de branding para reconstruir la imagen de la marca.
  • La marcad deberá ofrecer una disculpa a través de un comunicado en el que anuncie medidas correctivas para la situación que originó la crisis.

Al final, es importante señalar que para toda marca que enfrenta una crisis en redes sociales debe pensar en un plan de acción, reconociendo el error de manera inmediata, pero además, debe crear contenido que le comunique a los usuarios las acciones que se están emprendiendo para remediar el conflicto.

Igualmente se deben analizar las plataformas (o redes) en la que se presentó la crisis, ya que cada una tiene una dinámica particular y, por tanto, se debe diseñar la estrategia de comunicación adecuada.

Si existen dudas sobre el correcto manejo de este tipo de situaciones, la mejor medida será siempre acercarse a una empresa con experiencia en manejo de Marketing Digital y Posicionamiento en Internet, quienes serán buenos asesores para resolver una crisis de este tipo.

¿Cómo funcionan los ciberataques?

Antes, los cibercriminales tomaban el control de computadoras para atacar, pero ahora pueden hacerlo desde cualquier aparato que esté conectado a internet, como una cafetera, un refrigerador o las cámaras de vigilancia.

Durante el último año, un 73% de las empresas mundiales ha sido víctima de un ataque de negación de servicios – DDoS, por sus siglas en inglés -, debido a la facilidad para los cibercriminales para usar ese método y a los efectos que pueden llegar a causar en las organizaciones.

Reportes de ciberataques muestran el camino que adoptan los agresores

De acuerdo al Reporte de Perspectiva sobre la Seguridad Cibernética, Volumen 4, elaborado por AT&T, el primer ataque de este tipo se registró en febrero del año 2000.

Un ataque de denegación de servicios implica que un cibercriminal cree una botnet, es decir, un virus que infecta miles de máquinas sin que los dueños se enteren, y las utiliza para enviar millones de solicitudes a los servidores y así sobrecargarse para sacarlos de circulación.

Este estudio presentado por AT&T en la 18 Conferencia Anual de Seguridad Cibernética de AT&T, reveló que las zonas geográficas más propensas a sufrir este tipo de ataques, son las ubicadas en Asia Pácifico.

Las razones para lanzar un ataque de denegación de servicio es la extorsión, ya que se pide un monto, generalmente en bitcoins, para no ser atacado. Se sabe que en algunos casos los criminales piden un rescate de hasta 15 bitcoins y si los directivos se niegan, la cifra se irá duplicando por cada día que pasen sin pagar.

¿Qué hacer para evitar ciberataques?

Es importante que todas las organizaciones tengan toda su información respaldada, entrenar a los empleados para evitar el malware, tener software con las últimas actualizaciones y contar con sistemas de seguridad que reduzcan las vulnerabilidades.

La mitad de las empresas que tienen su información en la nube, reportan una tasa más alta de ataques y que en un 40% de compañías se ha visto que los equipos móviles de los empleados han sido comprometido en los últimos 12 meses, de ahí que muchas empresas regulen el acceso a internet y redes sociales desde dispositivos móviles utilizando en internet de las empresas.